La sexualidad es una parte fundamental de la vida que va evolucionando desde la edad infantil y durante toda la vida.
El porcentaje de personas con dificultades en esta área es muy elevado y cuando ocurre se tiende a ocultarlo (dificultando así su resolución) y provoca mucho malestar. En este caso, una vez descartado el origen físico o funcional hay que centrarse en los aspectos psicológicos individuales y relacionales así como otros aspectos de la pareja, si existe.
Frecuentemente la ansiedad está muy relacionada con estas dificultades, aunque hay que descartar la influencia que puedan tener otros problemas psicológicos.
La sociedad influye en la vivencia de la sexualidad, debido a las reglas socialmente aceptables sobre la sexualidad, la información sexual, modelos sexuales ideales, adecuación en la resolución de la satisfacción sexual… llegando en ocasiones a condicionarla hasta el punto de impedir el disfrute de la sexualidad.