Las personas con discapacidad y sus familiares, debido a su situación, muchas veces sufren problemas que pueden ser paliados con una adecuada intervención psicológica.
El objetivo es prevenir y tratar estados emocionales negativos para su salud y potenciar un estilo de vida saludable, teniendo en cuenta las personas y su salud, su equilibrio psicológico, sus conflictos personales y sociales, sus problemas conductuales, sus relaciones familiares y comunitarias y cualquier aspecto que pueda incidir en su calidad de vida y su integración social.