CONSEJOS PARA PASEAR CON LOS NIÑOS DURANTE COVID-19

Después de días y días encerrados en sus casas, ya sea con jardín o sin él, con terraza o no, con habitaciones propias, compartidas, quizá con sala de juegos, algunas tal vez microespacios, hogares con una o con varias familias en convivencia, sean éstas pequeñas o numerosas, con más o menos presencia parental, con más o menos juguetes, pinturas, clases y deberes, manualidades, recetas de cocina, canciones y horas y horas techadas… por fin se han abierto las fronteras que durante estas semanas están separando de su realidad cotidiana a todos los niños y las niñas de nuestro país.

Es un momento de oportunidad para escuchar a vuestros pequeños y a vuestros jóvenes, una buena ocasión para estar juntos “disfrutando de estarlo”… de compartir un tiempo completamente diferente y nuevo a todos los anteriores vividos. ¡Salir al exterior después de una cuarentena! ¿Cuándo han (hemos) vivido algo así?

Para que todos, mayores y pequeños, podáis disfrutar a lo grande de estos espacios de tiempo en el exterior con las mejores garantías de cuidado físico y mental, y además aprender a gestionar situaciones similares, os proponemos las siguientes recomendaciones.

 

CON ANTERIORIDAD A LA SALIDA:

– ¿Qué os parecería si tuviera cabida su opinión sobre qué hacer durante la salida al exterior? ¿Quieren salir? ¿Cuándo quieren hacerlo? ¿Cómo se sienten? ¿qué les gustaría hacer? ¿se puede adaptar su deseo a la realidad normativa? Mmmm.. seamos creativos y.. hagámoslo!

– Revisad juntos la normativa oficial, adaptando el lenguaje a su capacidad de entender. Es un buen momento para explicar a los menores de cualquier edad que, en sociedad o en grupo, mayores y menores nos movemos a partir de un marco legislativo. Por eso en casa, en el cole, en los deportes, en los espacios comunes… también hay normas. Explicar su utilidad les acerca a comprender la realidad futura en la que queremos que se desarrollen de manera autónoma, haciendo suyos los valores éticos y morales que se transmiten desde casa.

– Anticipar la salida implica elevar la intensidad emocional de los niños (y cuanto más tiempo tengan mayor dedicación a ello). Sugerimos anticipar con poco espacio de tiempo, lo suficiente para decidir y prepararse para ello. Incluso antes de informarles, es positivo realizar alguna actividad que les permita descargar energía (saltar, bailar, juego activo..) y seguidamente alguna más relajante que les apetezca (bailar más lento, leer un cuento, pintar, respirar tumbados en el suelo, imaginar algo lento y agradable…).

– Permitid un espacio de debate adaptado a su edad y ajustar democráticamente las reglas o condiciones en las que se desarrollará la actividad. Está comprobado que hablar y acordar con vuestros menores las condiciones de la salida previamente, les permite anticipar y conocer en encuadre de la actividad, lo que les ayuda a adaptar sus expectativas, templar sus emociones y modular sus comportamientos. Será más fácil para todos respetar lo acordado.

– Es importante que el adulto acompañante muestre templanza y serenidad para permitir al niño sentirse seguro del entorno y proteger la tranquilidad de su estado de ánimo. Queremos que salgan a disfrutar, no al campo de batalla donde se vive de manera intensa el miedo de poder ser cazados por el virus! Durante muchas semanas han escuchado de todo sobre “ese bicho del que nos tenemos que proteger encerrados en casa.. y ahora vamos a salir..?? Pero si el bicho sigue ahí!!” Pensarán muchos (y preguntarán algunos).

– Con los más pequeños se puede jugar y entrenar la salida con muñecos (saludos a distancia, mascarilla, aseo de manos y enseres..), leer algún cuento… Después es mejor salir sin juguetes, o con alguno que luego se pueda lavar bien. Y con los muy pequeños, porteo mejor que carrito. Eso sí, acordaos de llevar gel o agua y jabón, ¡los niños se comportan como niños!

 

DURANTE LA SALIDA:

– Mantened la calma. Ellos estarán más tranquilos, pero es altamente probable que tengáis que ir recordando las indicaciones de seguridad, sin saturar ni generar miedo. Hacer consciente esto antes y durante la salida os permitirá llenaros de paciencia para recordarles las pautas de seguridad tantas veces como sea necesario hacerlo.

– Se les puede animar a realizar actividades de observación del entorno y disfrutar de muchos juegos “sin tocarse”.. ¿Qué sonidos descubrimos? ¿Escucháis los mismos? ¿Cuántas plantas han crecido ahora donde antes no había más que asfalto? ¿Inventamos un recorrido de 1 km alrededor de nuestra casa? ¿Hablamos de los árboles y de las flores que vemos por el camino? ¿Buscamos animales? A descubrir las pistas de la primavera!

– Haced de la salida algo agradable para ellos, sin gritos, sin enfados. Para volver a casa algunos se resistirán. Es prudente avisarles con 15 minutos de antelación para que puedan aprovechar ese tiempo de descuento y así, una vez que termine el tiempo, estén más dispuestos a volver.

– En la calle ni se sanciona, ni se amenaza, ni se avisa, ni se disparan castigos! En el caso de que queráis valorar partes negativas de la salida, es mejor hacerlo tras un espacio de reflexión y de forma sosegada, una vez que volváis a casa.

 

AL VOLVER A CASA:

– Hablemos un rato! ¿Qué tal ha ido? ¿Cómo se han sentido? ¿Cómo os habéis sentido vosotros? ¿Qué ha sido lo que más les ha gustado? ¿Algo que no les haya gustado y cambiarían para otro día?

– Sobretodo los primeros días animadles a hacer un dibujo, alguna representación simbólica con muñecos, a crear una historia de cuento o un pequeño texto a modo de diario los más mayores. Acciones así permiten que se elaboren las historias, que se asienten las emociones y se fijen los recuerdos en la memoria. Como adulto es el momento de acompañarles y estar atentos para detectar casos en los que posibles vivencias hayan podido quedar más atascadas emocionalmente, lo que por otro lado sería normal en esta situación tan bizarra. Podéis ayudarles a construir el relato, es previsible que la intensidad de la narrativa vaya bajando con los días de “experiencia en el exterior”.

– Un tiempo breve para revisar las normas, así se van afianzando poco a poco (no se suele conseguir el oro el primer día!). Todos necesitamos tiempo para integrar esta nueva situación. El error acerca al éxito. Este momento se puede aprovechar para reforzar las buenas conductas y las actitudes positivas. Revisar y ajustar las inadecuadas en caso de haber sido graves y necesiten ser corregidas. Resumiendo.. “hablar más de lo bueno”.

(Os animamos a instaurar estos espacios de diálogo en relación a la vuelta de las salidas de vuestros hijos más allá del confinamiento…)

 

Tengamos todos claro que si somos cuidadosos y cumplimos con las indicaciones de seguridad sanitaria, el riesgo de contagio es mínimo y todos y todas estaremos protegidos.

Si se prepara bien la maleta.. ¡¡se disfruta mucho del viaje!!

 

*Insistimos en respetar su deseo a salir.  No obstante, es necesario que empiecen a hacerlo aunque sea poco a poco. En el caso de que en dos o tres ocasiones diferentes se resistan a ello, antes de forzar, os animamos a explorar sus miedos y ayudarles a gestionarlos de otra manera. Si nos necesitáis para un abordaje más en profundidad, estamos disponibles para asesoraros.

 

FOTO: Patricia Pérez de Miguel.

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