EL SUICIDIO EN ADULTOS / ADOLESCENTES Y FACTORES DE PROTECCIÓN.

El suicidio supone un problema de salud pública. La tasa de suicidios consumados es 3 veces mayor que la de víctimas de accidentes de tráfico, pero, es un tema del que apenas se habla.                  

 

El Suicidio y los Jóvenes

Dentro de la adolescencia, el suicidio es una de las tres mayores causas de mortalidad en esta etapa.

Difícil etapa la adolescencia, en la que se juntan tantos procesos y tan importantes simultáneamente. Identidad, personalidad, sentimiento de pertenencia, sexualidad, formación profesional, círculo social, amigos, familia… Todo a la vez en una explosión de crecimiento.

 

La vulnerabilidad y la fragilidad emocional es constante y a los jóvenes muchas veces les cuesta encontrar su lugar en el mundo y entre los iguales.

 

Son muchas las razones por las que a un adolescente se le pueden pasar por la cabeza las ideaciones suicidas. En algunos casos por un desamor, en otros por soledad, aislamiento o por incapacidad de encajar en el entorno en el que viven. La incomprensión es la mayor amenaza en estos casos, ya que lo que a un adulto no le parece una razón para quitarse la vida, para un adolescente si lo puede ser.

 

Los grupos de riesgo más vulnerables suelen ser aquellos que padecen enfermedades mentales diagnosticadas, los que viven en marginación o precariedad social, los jóvenes procedentes de familias desestructuradas o los que están más expuestos a violencia y armas.

 

Por este motivo, la prevención de los suicidios empieza por un acercamiento a los jóvenes. Empieza por detectar signos y síntomas de malestar emocional pues, además de los suicidios propios del consumo de sustancias, muchos de los jóvenes que cometen su propio suicidio suelen intentarlo varias veces antes de conseguirlo.

 

Para poder ayudar a un joven que tiene ideas suicidas nos tenemos que enterar de lo que está sufriendo, de su angustia vital y esto implica mantener una buena relación como para que nos cuenten sobre ellos. En muchos casos estas ideas son más bien enfocadas para dejar de sufrir, aunque hay algunos casos en los que se perciben como una acción dirigida hacia alguien como agresión. Cualquiera que sea el caso, el suicidio es en la mayoría de los casos una salida para dejar de sufrir.

 

Prevenir estos sucesos en los jóvenes pasa por acercarnos a ellos y poder identificar a tiempo rasgos como los siguientes:

  • Inicio de un aislamiento social de su entorno
  • Comportamientos de desprendimiento de cosas por parte del joven.
  • Mucha actividad mental y rumiaciones de pensamientos.
  • Cambios significativos de comportamiento o hábitos de vida.
  • Falta de motivación o deseo de hacer cosas nuevas.
  • Mención por parte del joven de las ideas que tiene de suicidio o de muerte.

 

No todos los jóvenes se atreven a consumar el suicidio, pero si son muchos los que lo piensan como una opción. Por eso, es muy importante la comunicación y la relación con ellos para poder detectar a tiempo los momentos de riesgo.

 

Factores protectores

Entre los jóvenes y entre los adultos, muchas personas pueden sufrir sucesos adversos, trastornos mentales, situaciones de soledad, enfermedades crónicas que hacen sufrir y sin embargo no llegan a suicidarse.

Existen unas características que pueden ayudar a disminuir el riesgo de que una persona se suicide y es interesante conocerlas para potenciarlas en la medida de lo posible y así ayudar a prevenirlo.

 

Algunos de estos factores protectores son los siguientes:

  1. Factores de protección personales
    • Habilidades de comunicación
    • Hábitos saludables como ejercicio físico, higiene del sueño o alimentación equilibrada
    • Habilidades en la resolución de conflictos
    • Autoestima alta

 

  1. Factores de protección familiar
    • Entorno familiar de apoyo y comprensión
    • Tener hijos, fundamentalmente en mujeres

 

  1. Factores de protección social
    • Redes sociales de apoyo y comprensión
    • Disponer de servicios eficaces de salud mental
    • Tratamiento integral y continuo en pacientes con trastornos mentales.

 

 

Si te pasa o conoces alguien que pueda estar sufriendo y con riesgo de suicidio, busca ayuda profesional. Los Psicólogos/as son un recurso esencial para estos casos, al igual que lo son el entorno del adulto o del joven que se siente mal.

 

Roberto Mengual

Almudena Mateos

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