
Muchos son los padres que han fantaseado con poder ver a sus hijos a través de un agujerito. Algunos incluso se han aventurado a pasar por la verja del colegio a la hora del recreo para ver si pueden observar a su hijo durante el momento de jugar con otros niños. Los más curiosos se lanzan al parque con su hijo a ver cómo se desenvuelve. Cuando todo este panorama capta tu interés te empiezas a preguntar cómo hacen los niños para resolver sus problemas entre ellos. Cómo hacen para entenderse y cooperar. Cómo se expresan las cosas y se relacionan. La relación familiar es un tanto especial y difiere un poco de la relación con otros iguales y desconocidos. Las guarderías y el momento de escolarización suelen convertirse en la primera prueba de fuego en la que el niño o la niña se enfrenta al mundo social donde las reglas cambian. En una clase de la guarde ya no hay un trato especial para uno o para otro, sino que hay un colectivo que se sustenta en otras normas comunes.
Hace poco descubrí una serie que me atrapó hasta el punto de tragarme en dos días toda una temporada para poder curiosear en un mundo apasionante: ¡la infancia! “La vida secreta de los niños” es una especie de pequeño gran hermano. La idea parte de querer investigar cómo los niños y niñas de 5 años se relacionan entre sí durante unos días. El lugar elegido es un espacio que bien pudiera ser un campamento urbano de verano. Cuento con unas instalaciones interesantes en cuanto a los medios que ofrece para desarrollar muchas situaciones entre ellos. Cada episodio trata diferentes temas. En cada uno van poniendo a prueba aspectos del desarrollo emocional como, por ejemplo, ese primer día de campamento de verano. No se conocen entre ellos y llegan casi todos a la vez a un espacio lleno de posibilidades. Las habilidades sociales de unos y de otros salen a relucir. Las alianzas se suceden aunque duren unos minutos y para un determinado juego. La flexibilidad con la que se juntan y se cambian de compañeros es asombrosa. Es todo un baile de interacciones que no dejan de generar ternura. Dos comentaristas, especialistas en la materia, van comentando las jugadas y dando explicación a cómo funcionan los cerebros de los niños. Todos los espacios están sembrados de cámaras para no perder detalle de esos momentos especiales.
Por momentos puede parecer como un zoo en donde se puede observar a toda una manada de cachorros jugando entre ellos. Los adultos no intervienen salvo para proponer situaciones o mediar en casos extremos, pero la esencia de todo son los niños. Las personalidades de cada uno son muy diferentes y el efecto que esto provoca es el de posicionarse de parte de algunos favoritos de cara a un buen pronóstico de futuro. Parece claro que en todos los grupos existen las mismas fases conforme va pasando el tiempo. El liderazgo es algo que no todos consiguen y a lo que muchos aspiran. Hay niños más independientes y niños más dependientes. Hay sentimientos de cariño e incluso de amor entre ellos. Sin duda son emociones humanas muy puras y poco condicionadas aún. Muchos niños no tenían aún el sentido de la vergüenza desarrollado, por lo que su creatividad era evidente. Los padres de estos niños habrán visto el documental con asombro reflexionando sobre muchos aspectos de la educación. Orgullosos todos ellos de haber dado la oportunidad a sus hijos de poder vivir una experiencia tan bonita. Durante unos días han compartido momentos muy intensos con otros niños y niñas de su edad. Indudablemente el juego es el elemento más importante para los niños. Les permite desarrollar sus mentes como para entender el mundo que les rodea y aprender constantemente a través de las emociones. El juego es el vehículo relacional con el que conectan entre ellos y con el que también se evaden de la realidad si esta no les gusta.
¿Qué pasaría si sientas en una mesa a dos niños cara a cara, les traes dos platos de merienda tapados y, cuando lo destapan, uno de los niños tiene su plato vacío? Este y otros experimentos se han grabado para que podamos ver cómo actuamos los seres humanos en unas situación de reparto injusta, cuando no existen límites o cuando creen que nadie los mira.
Estos y otros contenidos documentales nos permiten aprender más sobre el comportamiento y motivaciones humanas. El desarrollo de la personalidad y la gestión de las emociones son aspectos en constante evolución desde que nacemos. A poquito que seamos capaces de entender las necesidades de nuestros niños tendremos grandes posibilidades de formar buenas generaciones que nos dirigirán el día de mañana. Muchos padres les dedican mucho tiempo de calidad a sus hijos, les ayudan a crecer en valores humanos y ecológicos para un mundo mejor. Trabajar bien esto en el presente nos traerá generosos resultados en el futuro.
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